“Anhelar es desear algo desesperadamente, tanto que llega a doler”.
Anhelo…
De sentir calor en la cama, de una silueta que en la oscuridad pasa su brazo sobre ti y te acaricia la espalda, sintiendo sus dedos bajar suavemente por cada centímetro de tu piel… Anhelo de fundirte en el calor de un beso.

¿Anhelo o añoranza?
Añoranza... Añorar es echar de menos algo ¿tanto que duele?
Añoranza de ese calor, ese tacto, ese sabor.
Son muchos los besos, las caricias, los chicos que han pasado por mi cama y alguno hasta consiguió pasaje para pernoctar, incluso más de una noche.
Muchos besos, caricias, polvos suaves y salvajes, pasionales, buenos y no tan buenos… Pero hace años que no está ese calor en mi cama, ese beso que en la oscuridad hace que surja el universo, que estalle un nuevo big bang.

La noche es oscura y a veces, como dice la guardia de la noche, alberga horrores. A nosotros mismos, desnudos antes nuestros pensamientos y sentimientos.
Sabemos que no es de la cama de lo único que hablo, aunque no quiera reconocerlo, sé que esta noche no es solo eso.
Y hace tiempo que deje de buscar el calor en esos brazos, esos besos, esos polvazos, a veces sin nombre. Son solo diversión, apetencia, disfrute. Sé que no sería bueno buscar ahí. El problema es ¿dónde buscarlo?

Tal vez la cagué diciendo esto, puede ser, soy un metepatas experto pero la luz entre los viñedos en Portas do Sol, la brisa, la música de piano y las increíbles vistas del Tejo y Lisboa me hacen pensar en ti y hacen que mi imaginación vuele, perdiéndome en como sería esto contigo, viajar, sentir la ciudad por los cincos sentidos y sentirnos por los mismos. Besarte en una puesta de sol desde cualquier mirador, mirarte con el mar y los colores de Alfama de fondo, tocarte el culo al subir las "escadinhas ", saborear un rosado en una playa, oler los perfumes de la noche, disfrutar del tacto de la piedra con siglos de historia o mejor, del tacto de la piel que desciende desde tu cuello hasta tu espalda.
He aprendido a no tener altas expectativas o hacerme ilusiones pero son estos momentos los que las hacen estallar y ojalá pudiera cumplirlas.
Me impacienta el futuro, me encanta ahogarme en esta dulce incertidumbre. Es parte de lo hermoso de la vida, no saber que pasará después del ahora.


Malditas noches, oscuras, frías y solitarias en las que me inundan los sentimientos, los pensamientos, esos malditos “¿y si..?” La noche siempre me ha hecho pensar y sentir más pero lo último que necesito es sentir más hacia ti cuando ni siquiera sé si tú sientes algo.

Será el canon de Pachelbel, será la noche o será que siento por ti más de lo que creo pero tengo unas ganas horribles de cogerte, mirante a esos ojazos, decirte que te quiero y darte el puto beso de tu vida.. y es así ¿qué le voy a hacer?, pero no puedo, así que mi otra alternativa es coger  el móvil y escribirte, una vez más, lo especial que eres y las ganas que tengo de verte, de poder volverte a abrazar, que parecen siglos sin ti, cuando en realidad hará un par de semanas que no te veo… lo peor es que sé que estás a escasos 10 minutos de mí y podría dejar a mis ganas tomar el control coger la puerta, presentarme delante de la tuya, darte un abrazo y decir “solo necesitaba esto” e irme.

No sé.. “¿cuánto tiempo podemos seguir con esto?” Yo sé que mucho porque siempre me he sido de luchar hasta quedarme sin fueras y todos saben que por mucho que diga “Cuando me sienta mal pararé” no podría hacerlo, porque ni siquiera sé cómo hacerlo, pero prefiero engañarme… Por tu parte no sé cuánto, si ya te has cansado de mí o si eso ocurrirá… Hasta entonces seguiré odiándote un poquito por tus dudas y muriéndome un poquito bastante más por verte y volver a sentir el calor de tu piel calmando todos mis demonios.


Se aglutinan las palabras en mi cabeza y los sentimientos en mi corazón, son demasiadas cosas que no se explicar. Todo ha pasado en el momento menos oportuno, cuando más descontrolada tengo mi vida.. o no, tal vez esa sea la razón. Todo ocurre por algo.
Hace poco más de un año pensaba que mi vida era monótona y aburrida y echaba de menos cuando tenía 16-17 años y cuando todo cambió y volví a tener una serie de catastróficas desdichas por vida decía: "mierda, la verdad es que no quiero volver a estar como a los 16". Y todo parecía volver a encauzarse hasta hace un mes o dos que de nuevo rompí todos mis esquemas y para colmo te metí a ti en medio.
Más de una vez he sentido la incertidumbre, se me han roto los esquemas y he tenido dudas. Creo que puedo decir que nunca ha sido para mal, siempre le ha seguido algo bueno. Y me hace gracia ser yo el que por una vez desmonta los esquemas y revuelve la vida de alguien, no se si para bien o para mal, espero que la primera. Ay! maldita sinceridad... ;)
Puff he perdido práctica en esto de dejarme llevar y escribir, no se muy bien como expresar todo esto que siento últimamente, como decirte que los mejores momentos son los que paso a tu lado y no me importa ni el presente ni el futuro, mucho menos el pasado; como decirte que a veces voy por la calle o estoy en casa y vienes a mi pensamiento o me acuerdo de algo y sonrío como un bobo durante un rato.
Es raro, hace un mes pensaba en no hacer nada, aguantarme y dejarlo pasar y de repente tras tomar una decisión en un tema totalmente ajeno.. Zas, de cabeza. Quiero entrar hasta lo más profundo.. de tu corazón, eso sí. Recorrer tus recovecos internos y conocerte como nunca nadie lo ha hecho, conocer tus anhelos más secretos y saber lo que piensas con una mirada.... Tu mirada... Ella es, en parte, la culpable de todo y es que no puedo resistirme a olvidar todo lo demás cuando clavo mi mirada en esas preciosos ojos verdes o azulados, dependiendo del momento y de lo que tu pupila me deje ver. La verdad es que cuando me miras y sonríes no me importa nada lo demás, y es una inmensa sensación de calma lo que se apodera de mi. 
Cada vez es más fuerte lo que siento y se me hacen más cortos y escasos los momentos en que estamos juntos, y a la vez que quiero más, tengo miedo de cansarte, ser pesado o agobiarte.
Se que para ti no es fácil todo esto y lo último que quiero es entristecerte o aumentar tus rayadas, al contrario, solo quiero lo mejor para ti, que seas feliz, aunque cada vez pienso más "aunque si es conmigo pues mejor", y es que acariciarte me sube al cielo y me gustaría poder subirte a ti también. Aunque la verdad es que no se muy bien como te sientes cuando estás conmigo.
Más de una vez tengo que aguantarme las ganas de parar de besarte, mirarte, acariciarte la cara y decirte muy bajito "dame solo una oportunidad". Como dicen en "elephant love medley" just one night in name of love o "we should be lovers, and that´s a fact". 

Seguro que piensas que soy un bobo o directamente idiota, que debería mandarte a la mierda por tu indecisión o enfadarme alguna vez, pero creo que eso es imposible ahora mismo para mi, tienes toda mi comprensión, a la vez que mi cariño y todo lo que me estás apartando hace que no me importe esperar, ni cual sea el resultado. Se que el resultado son buenos recuerdos, independientemente de poder crear más de una forma o de otra "más simple". Mi padre me enseñó que mariquita el último y en este caso he sido yo, mea culpa. Pero hasta que tomes tu decisión voy a aprovechar cada segundo contigo e intentar que esos segundos sean los máximos y mejores posibles, a pesar de que las fechas no juegan a mi favor, pero volviendo a citar Moulin Rouge... How wonderful life is now you´re in the world.


Muchas personas creen en el destino, en que nuestro futuro esta predeterminado y no se puede cambiar. También los hay que creen que todo sucede por algo, aunque no estemos predestinados a nada y el futuro sea incierto, que cambia constantemente tras cada una de nuestras decisiones.
Yo la verdad es que no se en que creer, he tenido muchas buenas casualidades en mi vida pero no se si ha sido el destino o el azar.
Pues el 2 de octubre fue un día de estos, inesperados, que cambia tu destino, tu estado de ánimo y tus esquemas mentales sin darte ni cuenta.
Si hubiera ido por la tarde al despacho o al llegar por la noche hubiera estado abierta la casa del estudiante ¿Qué habría pasado? ¿Hubiéramos cruzado alguna palabra? O si la seguridad del campus hubiera tardado más, yo no habría estado allí, en esa cuesta, esa noche, en  ese momento ni en ese punto. Sin ese "Hasta luego" (que fue un hasta pronto) ¿Cómo estaría ahora?
El tiempo siempre ha sido algo que me desconcierta, que me fascina, así como el espacio.
Las casualidades, según la RAE: "Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar". La vida está llena de ellas, no siempre buenas, pero en ocasiones son Subarashī (Maravilloso en japonés).
Sin que ciertas personas tomaran ciertas decisiones, refirámonos a Fisher o sin que otras (llamémosla Minifrogy) no me hubiera convencido para estudiar aquí todo sería diferente.
Es como un efecto dominó en el que hay más de una ficha que podría caerse, y por casualidades, los movimientos de personas y los nuestros propios han hecho que la hilera de fichas que ha caído sea precisamente esta y yo lo agradezco.
Me encanta pensar en todos los actos que han llevado a la situación, actos con otro fin que en ningún momento se hicieron con la menor intención de cruzarnos, pero así ha sido, y no hablo de situaciones lejanas, sino cosas que han pasado en menos de un año. 
También me encantan las circunstancias espacio-temporales que nos hacen crear planes de la nada, improvisados... nuestros mágicos momentos improvisados.
Es tan misterioso como un "hasta luego" y un "Ha preguntado por ti" pueden cambiar las cosas, para bien... bueno, para Subarashi.


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